Yo tengo una piedra que me encanta...a veces hasta la pongo debajo de mi almohada porque creo que me dará unos sueños mejores, la llevo conmigo si tengo algo muy muy importante y esta vez la traje conmigo de vacaciones.
Sentada delante del mar,en un paseo, con amenaza de lluvia..yo soy feliz.
MITRIBU se ha adelantado...por si llueve..y yo feliz de estar aquí y ahora.
La piedra tiene su propia clase, no os creais, ella vine de los minerales...pero con el tiempo las piedras se transforman, y la mía fue tomando forma de corazón y ese color violeta se transformó en un rosa más claro, incluso con partes blancas.
A veces pienso que me conecta algo que no entiendo, pero que tengo la certeza de que es bueno.
Mi mente anda por los "mundos sutiles, ingrávidos y gentiles como pompas de jabón" como dice Machado, con mis libros de Espinosa, la música de Rapunzel..y con mar...lo estoy oyendo ahora...ojalá pudieras oírlo conmigo, en este banco, en este lugar.
Joder!! Sólo veo el mar cuando estoy en verano...te prometo que en invierno te voy a ir a ver, aunque estés revuelto, aunque estés frío..no importa, en invierno seré yo la que te mime.
Una brisa.
B.
(Rapunzel, córtate el pelo)
ResponderEliminarDe alguna forma, todos tenemos una piedra así, un mar así.
Muy bonito...
ResponderEliminarLa verdad es que yo tengo suerte, ver el mar todos los días cuando voy a trabajar, en todas sus formas, es maravilloso...
Besos...Isabel.
Yo tengo mar (¿cómo se puede vivir sin mar?), lo que no tengo es una piedra rosa que vaya tomando forma de corazón, pero mi hija pequeña las tiene todas, de todas las formas y colores.
ResponderEliminarUn beso y que te lleves un trocito de mar a casa.