Trinity College, Dublin (Foto permitida)
Todos buscamos lo mismo...ENCONTRAR RESPUESTAS.
Pero resulta que cuando algunos las encuentran y las escriben, las encontramos difíciles de comprender o de alcanzar, como el libro que se encuentra en la estantería O de nuestra foto, está muy alto, esa escalerita va a aguantar?
Hay veces que las respuestas que tenemos no nos gustan, así que seguimos buscando y mareando, confundiendo al mundo y a nosotros mismos porque queremos escuchar lo que nosotros queremos, no lo que necesitamos.
Unpaciente Iphone venía a consulta con preguntas y respuestas ya programadas, trabajamos la escucha de uno mismo y descubrimos juntos cuantos juicios tenemos de "esto es lo que debería haber pasado", "ella me tenía que haber contestado ésto", después de enseñarme el móvil con los mensajes que tenían que haber sido diferentes, se calló en seco, y en un insight maravilloso dijo:
Esas son sus respuestas no las mías.
Y ví ese microgesto de calma que da el entender algo que nos molesta mucho. El ACEPTAR y no la RESIGNACIÓN de "ésto es lo que hay". Aceptar lleva un compromiso honesto de respeto, de afrontar que esa situación es a la que me adapto, cambiando lo que uno responsablemente puede, sin querer que sea "el otro" el que cambie el curso de la novela.
Aunque todos habían "aconsejado" a Unpaciente Iphone que tenía que "romper" su relación, él se aferraba más a la idea que los demás no la habían conocido como él, y áun se enganchaba más a "ella va a cambiar y los demás lo verán", y esa era SU VERDAD UNIVERSAL E INDIVIDUAL, quien es el guapito de cara que se atreve a decir como debe ser una relación, un trabajo o una persona?. Hay verdades universales y verdades individuales que cada uno vamos descubriendo y aprendiendo. La soberbia de decirle al otro que es lo que tiene que hacer, no es más que una proyección de si mismo. Escuchar al otro, darle recursos para encontrar su verdad es ACOMPAÑAR, estar atentos a su corazón y tender un hombro es aguita de mayo.
Como dice Machado las penas chicas llevan confusos los labios y clara la pena. Machado Sabio cuenta que al explicar tristezas,, nos pasa como a los niños, uno a veces se confunde en las palabras, sin embargo si vemos la pena de frente, la emoción sin subtítulos, entenderemos mejor lo que pasa.A mi me gusta que me acompañen las penas así, atendiéndome a mi y no tanto lo que cuento, que me muestren algo hermoso o que me digan un "me acordé de ti", cada uno de nosotros tenemos una forma de acompañar y y de querer ser acompañados. Una forma bonita es la que canta Dani Martín en Charcos:
Que me arranques las entrañas y me miresMás adentro donde solo vivo yoQue me saques esos miedos y los tiresA los charcos y pisarlos tu yoY en los charcos saltaremos tu y yo
La pregunta es: ¿Como te gusta que te acompañen en las penas?
Os deseo un buen final de agosto, que tengáis últimos días de alta conexión con lo que nos hace volar, soñar y VER!
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