Sentada al piano, siguiendo la partitura de Albeniz.. mi maestro me decía..."Es ad libitum...no lo planees".
Y no entendía nada, para mi era imprescindible tener un algo que marcar, un alguien que imitar, unas baldosas amarillas que seguir....pero no. La partitura me decía que hiciera lo que quisiera...me marcaban que no marcara. Era una pequeña contradicción: Te obligo a que seas libre.
Me resultó difícil dejarme llevar.
Hoy he tenido un tiempo "ad libitum"...y no lo he aprovechado, es como si hubiera leido la partitura pero no me he atrevido a tocar. Porque ese ad libitum cuando suene va a ser tan espectacular....que me da miedo que no quiera volver al compás de 3 por 4.
Como siempre acompañada de sutileza y con ganas de ...porque no? UN MORDISCO!!!
Todos tenemos miedo, en un momento u otro, a actuar libremente....pero debemos hacerlo, en el fondo nos lo merecemos, cohibir nuestra libertad por personas o situaciones, al final, ser recatado no paga. Las ganas de "p¿por que no?"...que no se acaben.
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